29.1.07

El comenzó a hablar


El comenzó a hablar, como lo hacía siempre todos los jueves puntualmente a las 16h.
Ella lo escuchaba, seria , concentrada.
Todo parecía seguir los pasos adecuados: él relataba su semana, ella lo escuchaba, luego le hacía preguntas intentando que él “reflexionara”, él contestaba deduciendo con su lógica rígida y predecible. Ella comenzaba a introducir comentarios, algo más inquietantes, qué el esquivaba astutamente como siempre, todos los jueves a las 16h.
Viendo que él permanecía inamovible, ella tentó al desaliento pero se repuso, no podía rendirse, este era un caso más de esos que conocía bien y ya le encontraría el punto de quiebre, la fisura por la cual “entrarle”, para que finalmente, él rendido , confesara sus sentimientos humanos, su fragilidad, su necesidad de caricias y mimos. Que por supuesto ella jamás le daría. Pero, que obviamente , era imprescindible, por su bien que él se expresara.
No es que no se hubiese sentido deseosa de mimarlo y hacerle “upa” como a los niños, pues ella sabía bien que en el fondo de todo adulto se esconde ese niño desvalido que alguna vez fue. Y que ,claro, ella también había sido , pero eso había sido hace mucho tiempo. Y además no era cuestión de pensar en sí misma , en este preciso instante cuando èl, la miraba esperando una respuesta seria , categórica, como solía ser, ella, a la hora de hacer una “devolución”.
Ella sintió calor, era previsible, a esta hora , siendo verano, por lo que se dispuso a prender el ventilador.
Mientras él seguía relatando esa interminable lista de actividades anodinas, que ya a esta altura saturaba su escucha, siendo, que en realidad ,ella esperaba algo más “sustancioso”, más “comprometido”. Aquello, absolutamente inesperado ocurrió, ella contuvo la respiración, jamás le había pasado y no figuraba en ningún manual, esperó, acaso él no se habría dado cuenta.
El fingió que no se daba cuenta, y siguió hablando. “Bien, prueba superada”, pensó ella. Pero ya no podía escucharlo: desde el fondo de su estómago la asaltó una carcajada fresca e ingenua , como manantial que brota , era irrefrenable. El intentó mantener la compostura y seguir hablando, pero ella no podía parar de reir.
Viendo que no era escuchado , tuvo que acogerse al tema inevitable :
-qué son, de afuera?
-risas
-ah, ya sé, arriba vive gatúbela….
-risas
-no, ya me dí cuenta, estuviste dándole duro a los almohadones…
Risas por doquier.
Ella rendida, optó por apagar el ventilador, no podía controlar su propio cuerpo, y era poco serio trabajar de esa manera. Las plumas no dejaban de volar y ella no podía explicarle de dónde provenían, ni qué hacían esas plumas en el consultorio.
-Terminó la sesión.

5 comentarios:

Sett dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Sett dijo...

Vaya,que bonito escribes

Gracias por tu comentario en mi blog.

Saludos,nos leemos

Anónimo dijo...

Inquietante historia, gracias por visitarme.

saluditos

Unknown dijo...

MIREYA , UN GUSTO

MAÑANA VUELVO .

BESOS

ADAL

Unknown dijo...

ASÍ DE ENTRECASA , SIN TENER QUE DEMOSTRAR NADA , CON LOS RULEROS PUESTOS , SIN RUBOR , SIN MAQUILLAJE , PERO ESTÁ LA ESENCIA . LA MUJER QUE CONOCIMOS , LA QUE NUESTRO CORAZÓN ELIGIÓ SIN EQUÍVOCOS ..
YO TAMBIÉN , ESTOY MEDIO DESPEINADO , LA BARBA UN POCO CRECIDA , NO ESTOY VESTIDO PARA LA OCASIÓN , PERO SABÉS UNA COSA , NOS MIRAMOS CON OTROS OJOS , ESOS TAMPOCO SE EQUIVOCAN .-


MIREYA

QUE TENGAS UN HERMOSO DÍA

MUY BUENOS ESCRITOS

BESOS

ADAL

PARECE TESTIMONIAL EL ÚLTIMO , MUY BUENO