31.5.07

Dejame salir.


Cuando me dejan salir me divierto mucho
Subo, corro , bailo y trino.
Doy tres vueltitas en el aire y ni me mareo
Soy capaz de resistir mucho tiempo riendo

Cuando me dejan salir me crecen tulipanes y claveles
El agua baila entre mis alas
Celestes y amarillos mis destellos
Si atinas a mirarme …

Cuando me dejan salir respiro hondo
Y silbo bajito, casi imperceptible
Alguna milonguita olvidada de otros tiempos
Me hace liviana y transparente.

Cuando me dejan salir la pasamos bien juntos
El tiempo pasa sin darnos cuenta
Y lo mejor de todo es cuando de pronto
te das cuenta que estoy a tu lado.
Dejame entrar a tu vida.

23.5.07

Bella indiferencia


Recuerdo que yo tendría 12 años, habíamos ido ,como todos los años de vacaciones con mi familia y la de María, (siempre paseábamos las dos familias juntas) a San Clemente del Tuyú. Ese verano algo cambió para siempre.
Alquilábamos unas casitas en una suerte de complejo bastante rústico pero para nosotros hermoso. Allí íba también , como todos los años el nieto de la dueña: Gerardo.
Yo moría de amor por él, la piel bornceada por el sol, reflejos dorados en su cabello , era como se decía en esa época un "churro" bárbaro. El tenía aproximadamente la misma edad que María y yo.
Sospecho que a María también le gustaba ,así que había una competencia tácita que ninguna se animaba a explicitar: ¿quién lograría conquistar a G?
Una tarde mientras jugábamos mancha en la calle, (no había inseguridad ni autos haciendo picadas aún) me llama aparte Paula, la hermana mayor de María.
Me invitó a tener una charla. Al principio no entendí mucho, de qué se trataba aquella extraña interrupción. Después de todo los más importante en el mundo para mi en ese momento era estar con Gerardo jugando y midiendo sus miradas a ver en qué momento el amor asomaría en ellas.
Supongo que Paula percibió claramente mi ansiedad por que sin mucho rodeo fue al grano:
- ¿a vos te gusta Gerardo no?
Yo sorprendida in fraganti me puse bordó. Ella siguió.
- bueno, ya sos una señorita y si querés que él se fije en vos, no tenés que darle bolilla.
Aquella frase estalló en mi cabeza. ¡Qué me estaba pidiendo, eso era imposible y contrario a toda lógica ¡, y , por otro lado: ¿cómo podría yo controlar mi deseo irrefrenable de estar con él?
No recuerdo bien que le dije. Pero ella insistió. Si querés que G guste de vos y no de María haceme caso.
Mientras tanto yo veía cómo Gerardo y María -que lo tenía sólo para ella- corrían sin parar.
-Vos tenés que hacerte desear.
-Qué es eso?
Entonces ella me explicó y lo peor: yo entendí. Mi inocencia llegaba a su fin.
Entonces nadie me lo había dicho antes y Pato venía a “avivarme”, la clave era hacer lo contrario de lo que una quería, o algo así, pero era muy dificil para mi.
-vos te tenés que hacer “la difícil” , ni lo mires. Ya vas a ver. Probá.
Así fue que Paula me dijo- vení vamos, pero vos ni lo mirás, y pasamos delante de ellos sin mirarlos y nos fuimos, efectivamente el desconcierto de ambos: M y G, fue grande, acaso, yo me había enojado?
Y fue así que logré de la manera más impensada que G me mirara de otra manera, algo que yo en ese momento no supe traducir, el deseo de conquista había despertado en él. Pero yo no pude disfrutarlo. Si en eso consistía el ser mujer, había que pensarlo seriamente, valdría la pena?
Tiempo después M , no se si asesorada por su hermana, dejó de darme bolilla, creció 20 cm, se hizo “cheta”* y me expulsó de nuestro territorio familiar construído durante nuestra infancia.
Pero nunca pude volver a aplicar aquella fórmula exitosa. Encontré otras maneras , pero nunca volví a saber nada de Gerardo. ¿Quién le gustaba más finalmente?
*Cheta: una de las tres opciones que había (por esos años) de pertenecer a algún tipo de grupo en la adolescencia. Las otras dos era ser pardo o ser roquero. Cambiaba el look y la música que escuchabas. Pero la verdad ya mucho no me acuerdo. Si alguien quiere aportar especificidad, muchas gracias.

16.5.07

Sujeta


Hace un tiempo que vengo pensando o preguntándome de qué manera me ha marcado la dictadura.
Más allá de los sucesos de público conocimiento , los desaparecidos, la reducción de la industria nacional, la apertura a las importaciones, el comienzo de la destrucción y entrega del país. Mi pregunta va más lo personal, cómo me marcó a mi.
Era algo de lo que no tenía mucha conciencia y aún no tengo del todo claro.
Yo venía notando especialmente en ámbitos artísticos, la facilidad o la aparente facilidad de las generaciones más jóvenes a la hora de exprezarse, plasmar sus obras. Cómo si todo les fluyera mucho más facilmente o no se cuestionaran tanto a la hora de mostrar sus productos.
Tal vez estoy intentando justificar una dificultad personal desde una razón social. Tal vez, estoy cayendo en la idealización de la juventud.
Pero empecé a preguntarme si el hecho de haber pasado buena parte de mi infancia y adolescencia en ese contexto oscurantista, donde hasta la ropa estaba regulada, y todo era muy peligroso no terminó sembrando el miedo dentro mío de manera duradera, larvada, de efecto retardado en el tiempo, de modo que cada vez que deseo expresarme la dificultad es grande, yo diría es casi un pequeño parto.
En vez de canal de parto la criatura debe atravezar mis dudas, mis temores, mis ansiedades, mi autocensura. Pero todo esto de dónde salió?
Yo ví cómo los jóvenes que me precedieron desaparecieron , eran reprimidos, se ocultaban , reunirse era peligroso, la juventud estaba mal vista, ya, sólo por ser joven eras un subversivo en potencia.
Luego vino Malvinas y desde mi pupitre de un colegio retrógrado -sólo de mujeres -le escribía cartitas a los soldados que apenas tenían unos años más que yo y que murieron como perros de un experimento bizarro de un alcohólico al poder...
Es claro no?

Ahora que ya sé que soy "sujeta histórica" , me quedo más tranquila...
Pero la pelea interna sigue .
Mientras tanto, para crear , como dijo una amiga, habrá que hacer fuerza.
Foto: www.flickr.com

14.5.07

Séptimo mes...vacío y crisis


Todo parece indicar que estoy atravezando la crisis del 7mo mes, desde que empecé el blog. No se me ocurre nada interesante para postear, la inspiración no acude a mi ( ni yo a ella, acaso me está llamando y es tal mi sordera?)
He decidido no seguir tapando mi vacío creativo con letras ajenas ni hermosos videos también hechos por otros por lo que, por primera vez -conste en actas- apelaré a uno de esos "memes". No, aunque estoy algo deprimida , no lo estoy tanto como para tomar una mamadera, no es una regresión, bueno la mayoría ya sabe lo es un meme, así que sólo diré que la idea la tuvo el avispo y me parece buena , se trata de rescatar esos post que nadie comentó o, muy pocos, esos del comienzo del blog, a mi me parece un oportunísimo momento para seguir este meme, además de los motivos citados más arriba aún no aprendí a hacer link internos por lo que me abocaré a ello a continuación , en caso de lograrlo podrán Uds. leerlos, aquellos primeros post llenos de ese entusiasmo enamoradizo de los comienzos de las cosas, ese que me ha abandonado...snif!
Bueno, a mi tarea!
Lo he logrado... gracias a Feripula! Espero que les gusten. Besos, cariños y gracias.

1) Iniciación (como su nombre lo indica el primero)

1.5.07

Somos dos


Bailo tango desde hace muchos años, casi 20, como habrán escuchado es una pasión, tiene algo de adictivo, esa magia del contacto de los cuerpos , un diálogo sin palabras pero con mucha verdad.El cuerpo no miente.
Uno se conoce y reconoce en los brazos del otro, y al mismo tiempo lo descubre.
Muchas veces me pregunto cómo nos está afectando el cambio social, el avance de la mujer en un montón de campos. La tan buscada igualdad de derechos.
Los roles tradicionales del hombre y la mujer se han modificado bastante y creo que es bueno en gran medida.
Pero hay veces que me vuelvo machista. Como cuando voy a la milonga. Me encanta que el hombre me lleve, me cuide, me homenajee.

A partir de aquí transcribí fragmentos de un texto de Tiiu Bolzmann (tal vez sea un poco largo , pero vale la pena).
Dejen sus comentarios, me interesan sus opiniones.


El hombre busca una mujer con la cual quiere bailar y la mujer busca un hombre con quien quiere bailar. Se buscan con los ojos y si ambos están de acuerdo, se encuentran en la pista de baile.


Al hombre le atrae la mujer porque nota que como hombre le falta la mujer. Y la mujer se siente atraída por el hombre porque nota que como mujer le falta el hombre. A ambos les falta aquello que el otro tiene, y cada uno puede dar aquello que el otro necesita. Para que una relación de pareja se logre, el hombre tiene que ser hombre, y seguir siéndolo, y la mujer tiene que ser mujer, y seguir siéndolo.
Si el hombre desarrollo el femenino en sí mismo, ya no necesita la mujer, y sí la mujer desarrolla lo masculino en sí misma, ya no necesita al hombre.

Con la decisión de bailar juntos, el hombre asume el rol masculino - la dirección, es hombre y sigue siendo el que dirige. Con la decisión de bailar juntos la mujer asume el rol femenino - la entrega y sigue siendo mujer, sigue entregada.
El abrazo
El hombre y la mujer se encuentran, el hombre extiende su mano, la mujer coloca la suya en la mano de él. El hombre rodea con el otro brazo el cuerpo de la mujer. La mujer apoya relajadamente su brazo sobre el hombro de él o rodea su cuello. A modo de saludo sintonizan sus movimientos, girando con sus cuerpos en un semicírculo o también realizando un balanceo, pasando el peso del cuerpo de una pierna a otra.

El hombre dirige: él da orientación y sostén y provee seguridad, para que ella se sienta protegida. Así pueda desplegarse pueda realizar los firuletes y disfrutar del baile. Él la dirige en movimientos y... la frena. Él prepara sorpresas, para evitar la rutina.

La mujer se deja guiar, solo reacciona frente a sus impulsos y con eso le proporciona la importancia, que le hace falta para poder dirigir. Ella permanece en la entrega, espera en él y le da sentido a su dirección. En algunos momentos ella sostiene la estabilidad, para que él pueda entregarse por instantes e inventar nuevos juegos.

Hacen falta ensayos - no sale enseguida, porque no está claro, cuánto de cada ingrediente hace falta. Entregarse no significa dejarse caer. Y dirigir no significa imponerse a la fuerza.

Juntos crean un baile, un movimiento en el espacio, que es único para cada pareja. Ambos aportan lo suyo y en eso son iguales.

La relación de pareja se fundamenta en la necesidad mutua y en la renuncia al otro sexo. El hombre tiene que renunciar a adquirir lo femenino como algo propio y a tenerlo como si él mismo pudiera hacerse o ser una mujer. La mujer tiene que renunciar a adquirir lo masculino como algo propio y a tenerlo como si ella misma pudiera hacerse o ser un hombre, y todo esto también en el pleno sentido físico.

En el abrazo se da un intercambio entre dar y tomar. Ambos dan y ambos toman. Y tanto el dar como el tomar son hechos activos. Uno toma activamente el impulso y lo convierte en movimiento y a través de ese movimiento se inicia un nuevo impulso, que a su vez provoca otro movimiento. Así se genera el movimiento en el espacio compartido.

Además es propio del orden entre el hombre y la mujer que el hombre quiera a la mujer por mujer, y la mujer quiera al hombre por hombre. Asimismo es importante que entre ellos dos de realice un intercambio en el que ambos den y tomen en la misma medida. Para llegar a un intercambio, ambos tienen que dar lo que tienen y tomar lo que les falta.

La mujer toma algo del hombre que ella no tiene y lo utiliza en su manera. Esto fortalece su feminidad. El hombre toma algo de la mujer, que el no tiene y lo utiliza en su manera y esto fortalece su masculinidad. Ambos sacan provecho a través del otro.

La mujer sigue al hombre en su círculo de energía, en su movimiento y él permite que se despliegue, porque el hombre tiene la misión de mostrar la belleza de la mujer. Cuando lo masculino puede quedarse claramente con el hombre y lo femenino con la mujer, la belleza se puede desplegar.

En el movimiento se ve: él acompaña a ella con su cuerpo, porque ella lo necesita para encontrar su flexibilidad. Ella reacciona ante esta energía masculina, la asimila y da al hombre algo en devolución, que le proporciona fuerza para dirigir. De esta manera ambos se complementan. El hombre le da a la mujer su masculinidad y la mujer le da al hombre su feminidad. En la confluencia de estas dos energías se unen lo MASCULINO y lo FEMENINO. Se genera un movimiento: Vida y ... Tango.

Texto: fragmento de "El tango" de Tiiu Bolzmann